
Hay momentos tristes, porque lo que crees que son acciones dignas de reconocimiento te das cuenta de que ya no es así. Me explico , hoy como estaba malita pues me he quedado en casa, y mi madre me ha mandado canelones caseros (digo que me ha mandado porque me los trae mi señor padre ) pues bien, aun teniendo los canelones me he hecho de comer pollo a la plancha y guirgolas, osea, setas. Un plato perfecto, de postre un plátano. Y yo super contenta y emocionada porque no me he autoengañado " que si estoy malita", no me he dado margen y esas cosas. Y entonces me he dado cuenta y seamos realistas que llevo cuatro meses de tratamiento y que esto ya no tenía que ser una victoria sino algo normal. Llevo un paso muy muy lento, me aferro a que estoy aprendiendo y es la primera vez en mi vida pero me he dado cuenta de que debo dar la importancia justa a las cosas para no perder la perspectiva. Cierto es que de hábitos no tenía ninguno, y que hay mucho trabajo qué hacer, pero ... ¿me voy a pasar la vida así? Pues sí, la respuesta es que sí.
Ya está muy dicho, pero los que tenemos este problema no hay otra, es una batalla continuada, y a veces es agotador realmente, qué os voy a contar ... en fin, que como de esta no me baje de los 96 no se qué va a pasar , empiezo a estar cansada.
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