Esta semana me propuse decirle adios al 9, pues ahí va "adios, chao. arrivederchi, orbua, bugenvagen ( no tengo ni idea de aleman pero debe ser así de seco ), adeu, agur". Vamos, que te den ,que espero no volver a verte mas en mi vida, que no me merezco estar así de gorda, que me voy a cuidar, que se acabó, que ya está bien de lamentaciones y de refugiarme en la comida, que no me trae nada bueno. Y es que lo celebraría, hace cerca de algo más de 4 años que no pesaba lo que peso ahora, que digo, mas, me casé hace 4 años y pesaba 93 quilos, estoy deseando ponerme otra vez mi vestido de novia, porque recuerdo que pensé que era la única novia que engordaba con los nervios de la boda, y vamos si engordé, como que si me descuido no me lo puedo poner. Y tengo mucha curiosidad por saber como me hubiera ido de haberme comportado como una novia racional que no se quiere jugar el día de su boda, y no como una adolescente a la que le da igual todo. Os decía, que lo celebraría pero tengo la sensación de que estoy de luto, porque hay algo que ha acabado, que se ha terminado, y me da pena, que esa confianza, ese respeto se hayan ido, pues estaba sumamente asentado, no sé como de un plumazo se puede ir todo, puede desaparecer así. Es como si aún no lo hubiera asimilado.
En fin, que mañana me voy a Desigual a comprarme un vestido que nunca creí que me fuera a ir, ah, y un bolso. Que alguien como yo tiene que ir adornada.
Nos vemos.
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