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Alguien ha invadido mi blog con publicidad, cuando lo abrís, la publicidad se abre con él. Alguien lo ha hecho para beneficiarse con mi blog. Os ruego que si alguien sabe cómo quitarlo me lo hagáis saber. Un beso y gracias.

6 de noviembre de 2008

5 MESES DE TRATAMIENTO : CONCLUSIONES


LA TEORÍA ME LA SÉ,PERO¿ CÓMO APRENDE UNO A QUERERSE SI NO SE GUSTA?



Con los 5 meses de tratamiento que llevo ya creo que algunas cosas estoy aprendiento sobre la comida y el problema añadido que conlleva ser una adicta. Uno puede dejar el alcohol, las drogas o el tabaco y hacelo desaparecer de su vida para siempre. Incluso puede retirarse a un lugar, al campo, a las montañas ... donde no exista el hábito de fumar ni beber, mucho menos de las drogas y por ello no tenga ni que verlo, ni que combatirlo fisicamente ... eso no significa que no tenga que combatirlo psicológicamente, pero si a nivel físico no existe mucho mejor. De la comida sin embargo, no puedes prescindir. Está claro, hay que comer, no hay otra. Entonces es cuando comienza el problema, porque cortar por lo sano es fácil. Hacer un lunes de dieta líquida se está conviertiendo en uno de los días más relajados a nivel de lucha de mi vida, la razón es simple. Como solo puedo tomar líquidos no hay posibilidad de caer en chuches, dulces, patatas ... no hay lucha. Pero evidentemente no puedo vivir así. Y cuando como haciendo la dieta porque lo controlo no hay problema.


Mi adicción a la comida está directamente relacionada con mi baja autoestima.


Mi genética y mi entorno han hecho de mí lo que hoy soy. Una mujer que tira adelante casi sin querer con mucha responsabilidad, mucho conocimiento de causa pero poca seguridad. Miro a mi entorno y sé que soy buena profesional y buena madre ( me enorgullece decir que desde que nacieron mis hijos solo perdí los nervios una vez con ellos , solo una, los castigo si hacen algo mal, les riño, pero no descargo con ellos nada que no se merezcan, y eso, que puedan crecer siendo ellos y no el resultado de mis enfados me enorgullece ). Quizás estos dos ámbitos de mi vida son ámbitos claros, es decir, el trabajo de una profesional de mi sector, y de una madre está bien definido, con pautas claras, y yo solo las sigo. Sin embargo, cuando soy yo la que tiene que aportar, decidir, hablar ... cuando no hay pautas ¿ qué es lo que se le consiente a un marido ? ¿qué es lo que quiere una amiga ? ¿qué es lo que hay que hacer cuando alguien te insulta ? cuando se trata de relacionarse, ahí suspendo. Porque lo que está claro es que no hay pautas marcadas, el mundo funciona con lo que cada uno de nosotros aportamos. Y a veces tengo muy claro que hago lo que mi conciencia y mi corazón me dictan ... sin embargo el resultado de ese acto nada tiene que ver con lo que considero por normal. Es decir, que mis relaciones son pésimas. Espero el reconocimiento de los demás. Eso está claro. Pero por otro lado estoy convencida de que lo hago bien. Necesito estar rodeada de gente. Pero ser yo el centro de atención.


La conclusión es que por alguna extraña razón que no acierto a entender tengo un vacio enorme de atención. Necesito cuidados exageradamente mimosos. Por ello mis relaciones están centradas en eso, en mí. E imagino que la gente acaba pasando de mis necesidades, porque evidentemente ellos también tienen las suyas. Y no es que yo no las colme, es que quizás lo haga a mi manera. En fin, que hay demasiadas cosas que arreglar en esta mi cabezota, pero creo que hasta que no sea capaz de quererme como soy no conseguiré nada. Y ese es el problema, no me gusto, no me gusto porque creo que necesito, que merezco más que los demás, que tienen que estar pendientes de mi, no me gusto porque no defiendo lo que creo, porque perdono para no estar sola, no porque haya perdonado, no me gusto porque soy cobarde, porque me da miedo estar sola, no me gusto porque no me cuido, porque ...


He intentado cambiar, pero cuesta. Dejar de ser lo que eres es imposible, por eso, ahora solo lucho por aceptarme. Y eso ademas de costar, duele.


Y durante todos estos años la comida no ha sido otra cosa que mi castigo, mi manera de hacerme daño, de autolesionarme, de, como oí en una ocasión, suicidarte lentamente.


Me castigo por lo que soy comiendo, comiendo y comiendo. Y aunque el tratamiento me está ayudando a empezar a verme en el espejo, todavía aún, de vez en cuando, me castigo, porque no me gusta lo que veo. Así que quizás un cambio por fuera sea lo que necesito para empezar a respetarme, a cuidarme, a defenderme.


Esto es lo que me han dicho 5 meses de balón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿un cambio por fuera? te vas a hacer un tatoo??? XD pues si no te gusta lo que ves en el espejo ya te lo digo yo (como dice mi tio) Monica, que estas mas buena que la pata un pollo jejeje, guapa mas que guapa